El plátano es al mismo tiempo uno de los alimentos más populares de nuestra gastronomía y uno de los grandes desconocidos. En general, no nos paramos a pensar mucho en él, salvo que sea otro/a el que lo come. Es una fruta de consumo y absorción rápida. Pelar, comer de un par de bocados, y a seguir con nuestra actividad. Sin embargo, desde Ugarte Nutrición creemos que los buenos placeres son algo más lentos, y que existen maneras mucho más deliciosas ( y saludables a la vez) de aprovechar el enorme y desperdiciado potencial del plátano. Tomad nota.
Corta los plátanos a la mitad, pínchalos en palitos para helados y déjalos dos horas en el congelador.
Derrite cacao 85 % y mézclalo con media cucharada de aceite de coco.
Trocea frutos secos a tu gusto.
Saca los plátanos del congelador, báñalos en cacao y espolvoréalos con los frutos secos.
Es conocido el alto contenido en potasio del plátano, pero también es una gran fuente de magnesio y fósforo. La combinación de estos tres minerales favorece la recuperación muscular y los impulsos nerviosos, lo cual lo convierte en una alternativa mucho más saludable a las bebidas comerciales isotónicas. Además, es rico en vitamina B6, ácido fólico y vitamina C.
Por su parte, la composición grasa de los frutos secos, y su contenido en fibra, antioxidantes y otras sustancias bioactivas, tienen una función cardioprotectora, de control del peso y de prevención de la diabetes.
Por último, el cacao es el alimento que tiene una mayor concentración de flavonoides, catequinas, procianidinas, resveratrol y epicatequina. Estas sustancias antioxidantes frenan y ralentizan el crecimiento de las células tumorales responsables del cáncer. Además, los flavonoides mejoran el flujo sanguíneo al cerebro, previniendo enfermedades como el Alzheimer, y ayudan a reducir el colesterol malo y a aumentar el bueno. Porque cuidarse no tiene por qué ser un sacrificio, ni comer rico, un placer culpable.
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