El garbanzo es una de las primeras legumbres conocidas y cultivadas por el ser humano. Su origen se remonta a hace más de 10.000 años en Turquía. Por esa razón, la autoría del hummus es tan incierta. Mientras algunos sostienen que su origen es turco, la disputa más celebre es la que enfrenta a Israel y el Líbano. Amparándose en la mismísima Biblia, en cuyo texto aparece el plato, datado con más de 3.500 años de antigüedad, los judíos lo reivindican como suyo. Por su parte, el Líbano demandó a Israel por lo que consideraba una infracción de las leyes de derechos de autor de alimentos, y pidió a la Unión Europea que reconociera que el hummus es una receta libanesa. Sea como sea, y como no nos gusta pelearnos por la comida cuando se puede compartir, os dejamos la receta para 4 personas de este exquisito plato. Viajar a Oriente Medio sólo te llevará 10 minutos.
Exprime 1 o 2 limones.
Tritura 400 gramos de garbanzos cocidos junto a 1 cucharada de tahini (pasta de sésamo), o si no la tienes, semillas de sésamo, 1 diente de ajo (o ajo en polvo) , comino y 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen, sal y la mitad del zumo de limón. Corrige con más zumo de limón o agua fría según gusto de sabor y consistencia.
Decora con pimentón y semillas de sésamo, y sirve con crudités (zanahoria, pimiento, pepino crudo) y pan de pita.
El garbanzo es una gran fuente de energía y proteína vegetal. Además, es rico en fibra e hidratos de carbono, lo cual lo convierte en un alimento ideal para personas que realizan una intensa actividad física. Su contenido en fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y alivia el estreñimiento. También ralentiza la absorción de los hidratos y reduce los niveles de colesterol. Por último, su alto contenido en potasio contribuye a la eliminación de líquidos, y en consecuencia a la mejoría de problemas de hipertensión arterial.
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